Relaciones saludables
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Estamos rodeados de personas con diferentes personalidades. Unos visten colores vivos, otros, más sobrios; unos son los primeros en subir al escenario, otros prefieren mirar. Tenemos diferentes perspectivas; unos ven el vaso medio lleno, otros, medio vacío. Somos tan distintos como lo es nuestra huella dactilar de la de otra persona, y aún así convivimos.
En el hogar, la escuela, el trabajo, en el supermercado y hasta cuando estamos de vacaciones, aún si nos vamos al otro lado del mundo, habrá personas. Con algunas hablamos desde que aprendimos a comunicarnos, algunas nos conocen desde pequeños, otros siempre serán desconocidos. En todas las interacciones que tenemos con otros, sale a la luz nuestra habilidad para relacionarnos, y parte importante de nuestro bienestar radica en cómo lo hacemos.
Para identificar cómo está nuestra salud social, podemos hacernos preguntas como estas:
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- ¿Me incomoda cuando otros tienen opiniones diferentes a las mías?
- Cuando estoy en una discusión ¿Suelo terminar en desacuerdo?
- ¿Guardo rencor fácilmente?
- ¿Me gusta tener la razón en una discusión?
- ¿Me involucro en discusiones constantemente?
- ¿Me enojo, grito o amenazo fácilmente?
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Si respondiste que sí a una o más de las preguntas anteriores, debes tomarte un tiempo y evaluar cuáles pueden ser las causas por las que tu salud social no está de la mejor manera.
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Consejos para tener buenas relaciones
Las relaciones con otras personas influyen directamente en tu felicidad, y así, podrás o no tener más momentos de satisfacción, alegría y plenitud. Además, una buena salud social te ayudará a que, a pesar de estar en desacuerdo con alguien por algún aspecto, podrás seguir manteniendo una buena relación con esa persona en otros contextos. Cuando te enfrentes a una situación en la que no estés de acuerdo con otra persona, sigue estos pasos:
- Escucha a la persona
- Toma un tiempo para que tus emociones puedan tranquilizarse.
- Identifica lo que quieres decir, especialmente aquello en lo que no estás de acuerdo.
- Habla de forma respetuosa y profesional.
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Definitivamente no es fácil, por eso tienes que ir conociendo los diferentes tipos de personas y saber cómo tratarlas. Pero recuerda no reaccionar en el momento, porque por la misma justicia que tú quieres que se cumpla, vas a reaccionar de una manera inmadura, te vas a lastimar y hacer daño a otros; por eso mejor ten calma y después habla para aclarar la situación.
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Para que nuestra salud social pueda ir en crecimiento, es necesario que cuentes con un buen desarrollo de las habilidades sociales, estas están involucradas en: tus respuestas ante interacciones básicas, la expresión correcta de tus emociones, tener alternativas a la agresión, afrontar el estrés e incluso planificar. Al conjunto de estas habilidades se le conoce como “competencia social” y determinan la eficacia de tus interacciones en el contexto social.
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¿Te gustaría conocer cómo están tus habilidades sociales? Realiza el test que se encuentra en la página del folleto de actividades correspondiente al día de hoy. Si identificas que necesitas mejorar en esta área, puedes decirnos y con gusto encontraremos la forma de apoyarte.
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Consejos para tener buenas relaciones
Patrícia Martínez es doctora en educación y se desempeñó por 23 años como docente en programas académicos a distancia. Una de sus mayores contribuciones en su área de trabajo fue la formación de lazos de amistad con alumnos y la orientación familiar. En este breve video, nos comenta la diferencia que hacen ciertas actitudes en el día a día.
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