Lorena Neria: Lo que me motiva a dar lo mejor de mi
Trabajo para una institución educativa y los días en tiempos de inscripción son muy intensos. En uno de esos periodos, yo había comenzado mi proceso de admisión para iniciar estudios doctorales y la fecha límite para completar mi proceso de ingreso al programa coincidió con los ajetreados días de inscripción en mi trabajo. Así que no logré enviar todos los requisitos que me solicitaban.
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Ese día, del que te quiero contar hoy, llegué a casa agotada y mientras caía exhausta en el sillón le comentaba a mi esposo que no había terminado de completar los requisitos de admisión, me quejaba de que era muy tarde para llamar a un colega para pedirle una carta de recomendación, y, que estaba muy cansada como para completar la propuesta de investigación.
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Yo no me había dado cuenta de que en el piso de arriba de mi casa mi hija menor escuchaba atenta mi conversación… De pronto, escuché una voz enérgica que venía de arriba, -¡Mami! ¿Cómo es que te vas a dar por vencida? ¡Tú siempre dices que nos debemos esforzar para lograr cosas! ¡Dices que debemos intentarlo! ¡Que todo lo que vale la pena merece un esfuerzo! También dices que nos debemos sobreponer al cansancio cuando la situación lo amerita ¿Cómo es que ahora no lo vas a intentar? -… Sí, justo lo que estás pensando. Esas palabras hicieron que me levantará como un resorte del sillón y comenzara a hacer las gestiones para completar mi proceso de admisión.
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¡Debemos esforzarnos para lograr cosas! ¡Debemos intentarlo! ¡Todo lo que vale la pena merece un esfuerzo!
Y, a veces, nos debemos sobreponer al cansancio cuando la situación lo amerita.
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Más que el deseo de ingresar a un doctorado fue el deber de enseñar a mi hija, estaba en juego la congruencia de mis dichos con mis hechos y el modelaje hacia ella definitivamente está en los primeros lugares de mi lista de prioridades. Así, “recogí mi cansancio” y me puse en acción.
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Puedo decirte que tener definidas las prioridades, no solo orienta tu día a día, también tus decisiones y de alguna manera la consecución de tus metas. Comencé mis estudios, y no ha sido fácil por la cantidad de roles que me toca desempeñar: esposa, mamá, profesional, hija, hermana, amiga y la lista sigue… pero, cada vez que quisiera abandonar el proyecto, vienen las palabras de mi hija a mi mente y pienso que ella observa atenta como manejaré esta situación, así que tengo un fuerte motivador para terminar.
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Posiblemente, tus días son parecidos a los míos; un montón de cosas por hacer, compromisos, deberes y sueños… y en medio de la intensidad de la vida, parece que tus días se pasan resolviendo urgencias. Una buena forma de organizarte para avanzar hacia tus metas es establecer prioridades, toma un tiempo para aprender cómo hacerlo, y ¡Pon manos a la acción! Recuerda las palabras de mi hija: ¡Debemos esforzarnos para lograr cosas! ¡Debemos intentarlo! ¡Todo lo que vale la pena merece un esfuerzo! Y, a veces, nos debemos sobreponer al cansancio cuando la situación lo amerita.
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ACTIVIDAD DE HOY
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Busca un cuaderno o libreta para desarrollar las actividades que te compartiremos durante los próximos días. Hoy, contesta las siguientes preguntas:
- Si hicieras una lista de tus prioridades ¿Cuáles ocuparían los primeros 3 lugares?
- ¿Cuán comprometido estás con el desarrollo de tu hábito? Está entre tus prioridades o lo dejas para cuando “tienes tiempo”?
- ¿Qué beneficios obtendrías al hacer de tu hábito saludable una prioridad?
Recuerda: Una vez que construyas el hábito saludable que te propusiste, podrás seguir estos mismos principios para desarrollar otros.
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